La carrera de Quique González está llena de puntos de inflexión. Y eso que, aunque parezca que lleva toda la vida ahí, González apenas acaba de pisar la quinta planta con sus cincuenta y un años. Tiempo en el que no solo ha podido cumplir su sueño de dedicarse a la música, sino también de abrir para algunos de sus héroes. Mitos como Bob Dylan, Steve Earle o Ryan Adams. O de componer una canción como “Aunque tú no lo sepas” para que acabara cantándola Enrique Urquijo. Tiempo también para que la gente convirtiera algunos de sus discos y canciones en clásicos. Entre los primeros Salitre 48 (2001), Kamikazes
Enamorados (2003) o Daiquiri Blues (2009). Entre las segundas “Salitre”, “Vidas cruzadas”, “La luna debajo del brazo” o “Dallas-Memphis”, por citar solo algunas. Y, sobre todo, tiempo para ir creciendo disco a disco, canción a canción, acorde a acorde, nota a nota y palabra a palabra. Porque por el cuerpo de González corre la sangre del songwriter clásico norteamericano, pero también del trovador mediterráneo. Y por eso hablamos de momentos de inflexión. Estados personales que, continuamente, han marcado su carrera. Y Me mata si me necesitas (2016) se me antoja el último de ellos. Un disco sin el que el álbum que nos ocupa nunca habría existido. Quique con una de sus mejores bandas, resumiendo buena parte de su carrera en diez canciones. Un trampolín para después poner música a textos de Luis García Montero en Las palabras vividas (2019) o apostar por la introspección en Sur en el valle (2021). Un camino que culmina en 1973 (2025). Título que nos ha de evocar a aquella canción de La noche americana (2005) pero que, evidentemente, es mucho más. El disco de alguien que, con más de treinta años de carrera a sus espaldas, tiene poco que demostrarle al resto, aunque mantenga el vigor que dan las cosas que uno quiere demostrarse a sí mismo. Con esa fortaleza que ha marcado su carrera, desde que debutara discográficamente en el lejanísimo 1998 con Personal. Toda una declaración de intenciones como ahora lo es que su año de nacimiento titule su nuevo disco. Porque si algo ha caracterizado la carrera de Quique González es esa honestidad permanente que le ha proporcionado un público fiel como pocos. Ejércitos del rock rompiendo filas. Conserjes de noche. Delantera mítica. Los detectives. La tripulación.
Eduardo Izquierdo
El 1 de abril de 2016 Quique González se subía de nuevo a un escenario. Un lugar en el que siempre quiso estar este madrileño nacido en pleno barrio de San Juan Bautista, en el actual distrito de la ciudad lineal. Lo hacía junto a Los Detectives, nombre tras el cual se esconden los sospechosos habituales que últimamente le acompañan: Eduardo Ortega, Eduardo Olmedo, José María “Pepo” López y Alejandro Climent “Boli”, a los que se suma David “Chuches”. El objetivo es presentar las canciones de su nuevo disco, Me mata si me necesitas (Cultura Rock Records, 2016). El décimo ya de una carrera que arrancaba en lo discográfico con Personal en 1998, el mismo año en que Enrique Urquijo y Los Problemas incluían en su segundo disco, Desde que no nos vemos,
«Aunque tú no lo sepas», tema escrito por Quique para uno de sus ídolos. No será el único. Los Secretos o Miguel Ríos también grabarán en el futuro canciones de González. Tres años después de su debut, toma el relevo Salitre 48, un disco convertido en mítico por sus seguidores y que, curiosamente, surge de unas maquetas grabadas junto a Carlos Raya. El tercer y último intento de encajar en las reglas de un juego que no le acaba de convencer es Pájaros Mojados (2002). Inconformista, rebelde y asombrosamente convencido de sus pasos, a pesar de su edad, González rompe con una industria que le había maltratado en 2003 y tras publicar el manifiesto Peleando a la contra funda su propia discográfica, Varsovia Records, en la que publicará sus dos próximos discos.
Kamikazes enamorados (2003) y La noche americana (2005) son dos álbumes distintos. Casi antagónicos, en ocasiones. Uno, el primero, acústico y terso, el otro, eléctrico y rocoso. La carrera de Quique González continúa con ellos un lento pero irrefrenable ascenso que se traduce en una cada vez más fiel legión de seguidores y una imparable actividad. En 2006 llega Ajuste de cuentas, su primer y hasta el momento único disco en directo, en el que se hace acompañar de amigos como Enrique Bunbury, Iván Ferreiro, Rebeca Jiménez o Jorge Drexler. Su nombre ya se ha convertido en un referente del rock nacional cuando un año más tarde su séptimo trabajo, Avería y redención es seleccionado como mejor álbum nacional del año por la edición española de la prestigiosa revista Rolling Stone. Tras cumplir el sueño de abrir un concierto para un mito como Bob Dylan en Jaén, después de haberlo hecho anteriormente para Ryan Adams y Steve Earle, González se marcha a Nashville para grabar el primero de los dos discos que grabará junto a Brad Jones, productor entre otros de Chuck Prophet o Josh Rouse.
El resultado es el espléndido Daiquiri Blues (2009) al que seguirá cuatro años después el no menos destacable Delantera Mítica. El mundo no para de girar y Quique González no se detiene. Se convierte, casi a contracorriente, en número uno en ventas con su noveno disco, en portada de la prestigiosa revista Ruta 66 y en mejor disco del año en unas votaciones realizadas por los lectores de Rolling Stone. En 2014 inicia una colaboración con Ricky Falkner grabando el single «Clase media» que culminará en la producción de Me mata si me necesitas. Previamente gira con uno de sus maestros declarados, José Ignacio Lapido, en la gira Soltad a los perros y luego repite en solitario en una serie de conciertos en que bajo el título de Carta Blanca invitaba a sus seguidores a elegir el repertorio que tocaría cada noche. Así llegaba Quique a 2016 para coger los bártulos y, una vez más, defender sobre las tablas las canciones de su nuevo disco. Porque al final, como decía Brian Jones, “pierde tus sueños y al final perderás tu cabeza”. Y a Quique González aún le queda mucho que soñar. Eduardo Izquierdo
En 2016, bajo la producción de Ricky Falkner, y acompañado de*//Los Detectives*, graba en La Casa Murada /*Me mata si me necesitas*/. Disco que contiene joyas que, como */Charo/*, quedarán para siempre en el imaginario de todos nosotros. Con ese disco Quique gira siempre acompañado de Los Detectives y recogen su directo en un disco doble titulado */En vivo desde Radio Station/* que verá la luz en 2018. Tras este cierre de ciclo, Quique se toma un respiro de la carretera para terminar un proyecto que llevaba tiempo persiguiendo: musicar diez letras escritas para tal fin por el poeta Luís García Montero. Así, entre estos dos artesanos, surge*/Las Palabras Vividas/*, que es grabado en el 2019 con Diego Galaz, Cesar Pop y Toni Brunet a la producción.
Ya en el 2021, de nuevo en la Casa Murada y bajo la producción de Toni Brunet, se graba el que será el nuevo larga duración de Quique González y que verá la luz en Octubre de 2021 bajo el título de */Sur en el Valle/*. La gira de este disco se presenta con gran éxito en los mejores teatros de todo el país, gira que termina en febrero de 2023.
En 2023, Quique cumplió 25 años en la música y lo ha celebrado como más le gusta, saliendo a la carretera a cantar con todos sus fans que le han acompañado durante todos estos años. Publica además su primer disco de versiones titulado “Copas de Yate. Vol.1.”
En junio de 2025, anuncia nuevo trabajo con canciones nuevas: “1973”, que verá la luz el 3 de octubre. Este nuevo trabajo supone un paso más en la trayectoria de Quique, quien en 2023 celebró sus 25 años en la música y que continúa consolidando su posición como uno de los artistas más respetados y queridos de nuestro país.